Si hoy al despertar
tu sonrisa
es un borrón de vieja lluvia,
no quiebres el alma
con fragmentos de tristezas.
Sal a caminar
por la angostura de tu huella
y bebe del rocío
dejado por la luna,
el dulce memorial de estar con vida.
Comprende que hoy
podrías estar frente al último sol
que reverencies.
Quizás mañana, la noche,
paciente doncella enamorada
te cubra con el frío de sus besos,
y no tendrás, ya más,
el tributo de amar
que da la vida.
Del libro Detrás de la mirada
Víctor Hugo Tissera–