el viento quiso oír la rosa
y la emprendió con ella
reptó empujó deshizo
todo su puro color su comba
y lujo
el viento le susurró preguntas
le rogó al herirla
gimió furioso en los tejados
cuando nada hubo
cuando como al azar desmenuzaba
la última memoria de su forma
se estremeció su piel ausente
sintió un gran frío
de rojo y transparencia
Carlos Roldán-