Tu amor me será hoy
dos veces grato.
No soy
lo has visto,
la doncella sagrada
y ocupo por lo tanto
de tus buenos oficios
para soltar los cascos de la especie
por mi cuerpo.
Imprímeme en la boca
tus aceites marinos
y en la palabra
madre
la palabra deseo.
Ana Istarú-