Unas vacaciones en una casa con jardín cerca del mar son ideales para vivir muchas aventuras. La pequeña está feliz, va a poder investigar y explorar todo a su alrededor: las plantas, los insectos, los pájaros.
Sin embargo, como suele suceder, mamá y papá tienen otra idea: dormir la siesta… ¿Cómo va a dejar de jugar justo ahora?
Así que igual que el sol -que no le hace caso a nadie, se cuela y se escapa por donde quiere- se va solita al jardín donde la esperan algunas sorpresas. (Fondo de Cultura Económica)