Poemas

La despedida

Aquel día -estoy seguro-
me amaste con toda el alma.
Yo no sé por qué sería.
Tal vez porque me marchaba…

-Me vas a olvidar -dijiste-.
Ay, tu ausencia será larga,
y ojos que no ven… Presente
has de estar siempre en mi alma.

Ya lo verás cuando vuelva.
Te escribiré muchas cartas.
Adiós, adiós… -Me entregaste
tu mano suave y rosada,

y, entre mis dedos, tu mano,
fría de emoción, temblaba…

Sentí el roce de un anillo
como una promesa vaga…

Yo no me atreví a mirarte,
pero sin verte, notaba
que los ojos dulcemente
se te empañaban las lágrimas.

Me lo decía tu mano
en la mía abandonada,
y aquel estremecimiento
y aquel temblor de tu alma.

Ya nunca más me quisiste
como entonces, muda y pálida.
… Hacía apenas tres días
que eran novias nuestras almas.

Gerardo Diego-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *