Una noche del frío julio
un niño llora sentado frente a la ventana
mirando a su íntima amiga, la luna.
Cerró los ojos, en un destello de inocencia
y su deseo pidió;
Que la mentira no sea opción,
de nombrarla lo malo aprendería
y los demás, señalados quedarían.
Una estrella cercana a la luna de pena se embriagó
tirándose sin vacilar, pensó una razón
sólo de realidad dar, las palabras que el niño lloró
De mañana, el niño se levantó
viendo de gris el lugar, que alguna vez tuvo un color
Acercándose a las demás personas pregunto
algunas ignorando, otras contestando
notó que más negro todo se volvía
Con desesperación y pavor ayuda pidió
ignorando su pedido con excusas sin mención
todo termina de perder color
El niño pronto frío sintió
acurrucado en lo que fue una calle gris
vio como todo de negro se tiñó.
F. D. Soliatis-
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