Se fue un día más,
metido en una cafetería,
las horas pasaron como golondrinas
y uno con ganas de volar,
pero a dónde iría?
Siento que todo me ata a este lugar,
el trabajo, los amigos
y algún amor escondido,
siento que estoy perdiendo la libertad,
lo que antes eran alas
ahora son uñas largas.
Lo que antes miraba por la ventana
ahora me pasa,
respiro profundo,
el sueño de a poco me gana.
Las cosas están en un molde,
como en una cáscara,
las filas de objetos
como pinceles que me pintan la cara,
las ratas huyen,
hambrientas, de mi casa;
no hay café,
sólo queda una lata,
no hay mermeladas ni tostadas,
hay botellas vacías de noches pasadas.
Hace frío
y la oscuridad me late a la nada,
a esa estética que busco en cada palabra,
me ocurren cosas extrañas,
es un nivel, no se si alto,
pero es cuando uno lo palpa,
siento que me atrapa,
estoy en el mundo
como un insecto en una telaraña.
Martín Ojeda-
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