Cómo no amarte, Chile,
si te llevo en mi corazón.
Si desde al cuna supe
de tu historia y tu tradición.
Siendo niña a Gabriela conocí
y con sus “piecesitos de niño”
me conmoví.
En mi adolescencia
la poesía de Neruda encontré,
y escuché de la Quintrala
y el Caleuche de Chiloé.
Cómo no amarte, Chile,
si por mis venas corre
la sangre de tus hijos
que a esta tierra llegaron
buscando horizontes nuevos,
con esfuerzo, con trabajo
y a pesar de la distancia
nunca jamás te olvidaron.
Por eso hoy yo te escribo,
porque te siento Mi Patria
y en esta fecha tan grata
puedo decirte con emoción:
¡Feliz dieciocho, Chile!
Ma. Susana Seguel Haro-