Perdí mi paso entre las malezas,
de este monte árido.
Sólo tu cariño me quedaba,
cual jazmín del aire.
Prendido entre las ramas
de escuetos arbustos,
junto a un nido,
de golondrinas.
Mi corazón está triste.
Todas las angustias, apagaron mi canto.
Te fuiste sin ver mi mañana,
como si no fueras nadie.
Antorcha encendida en mi noche,
sendero perdido,
entre las colinas.
Graciela María Casartelli-