Poemas

Teléfono público

Sólo alcanza

para hablar unos minutos.

Cae la ficha

y el hombre se estremece.

No recuerda

el motivo del llamado

ni el sentido del mensaje.

Sin embargo sigue allí,

endurecido por la pena,

aterrado por olvidos

que él mismo multiplica

al mover sus labios temblorosos.

 

Horacio Laitano-

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