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Gong (Canto al Asia)

gong“La Guacha”, revista de poesía que cumple 15 años de labor ininterrumpida difundiendo obras y poetas, celebra este acontecimiento de permanencia con el lanzamiento del libro “Gong, Canto al Asia” en el marco de la 39na. Feria del Libro de Buenos Aires, con la presencia del autor -Leopoldo “Teuco” Castilla-, quien leyó algunos de sus poemas, y de los poetas Rafael Felipe Oteriño, de Mar del Plata, y Claudio LoMenzo, quien se refirió a la obra.
Hablar de este autor salteño significa referirse a quien por más de 40 años ha dado a la literatura argentina obras valiosísimas; una voz propia que hace de su canto el entramado de voces antiguas, originarias, profundas. Una voz que canta su vida, su ruda labor, su naturaleza y su destino.
Cabe destacar que la escritora Luciana Schubmann, junto con Guillermina Victoria y la diseñadora gráfica y jefa de Arte de Infomedia Producciones, Marcia Cabezas, están trabajando en la edición especial homenaje a mujeres escritoras por los 15 años de la revista de poesía “La Guacha”.
Leopoldo “Teuco” Castilla nació en Salta, Argentina en 1947. Ha publicado los siguientes libros de poemas: El espejo de fuego, 1968; La lámpara en la lluvia, 1971; Generación terrestre, 1974; Versión de la materia, 1982; Campo de prueba, 1985; Teorema Natural, 1991; Baniano, 1995; Nunca, 2001(Premio de Poesía del Fondo Nacional de las Artes); Libro de Egipto, 2002; Línea de Fuga, 2004; Bambú, 2004; y El Amanecido, 2005.
En el año 2001 fue publicada una Antología del autor por el Fondo Nacional de las Artes. En 1999 publicó El árbol de la copla. Como narrador ha publicado: Odilón, 1975 y La luz naranja, 1984.
Recibió premios nacionales e internacionales. En el año 1976 fue perseguido por la dictadura y debió exiliarse en España. Poesía suya ha sido traducida al inglés, francés, italiano, sueco, portugués y ruso. Sobre su cuento La redada se filmó el largometraje homónimo dirigido por Rolando Pardo. Por su libro “Nunca” recibió el Primer Recibió el Premio Municipal de Poesía de la Ciudad de Buenos Aires 1998-1999.
El autor sostiene que “es rara esta tarea de escribir poemas. Hacer una casa real con materiales desconocidos. Hace siglos que nadie sabe lo que es la poesía. Sólo sabemos que sucede y que oculta la naturaleza más profunda de lo visible y de lo invisible. Nos toca obedecer asombrados sus apariciones. Puede que sea una especial dimensión que nos hace escribir lo que la poesía quiere cuando ella quiere y como quiere. Por mi parte, en el camino se fueron juntando poemas a la física oculta de lo que llamamos realidad; poemas a este planeta que llevo años recorriendo para tratar de contar – dentro de las pequeñas posibilidades de uno – sus maravillas. Una manera de agradecer. Y otros más los empozamientos de uno, las injusticias y, también, la muerte. Y todo para seguir aprendiendo. Y la poesía por ahí cerca, mirándonos, sabiendo todo, sin decir nada”.

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