Muestras

“Las Putas de San Julián” en el Teatro Nacional Cervantes

 El domingo 30 de junio, se estrenó en el teatro Cervantes la obra “Las Putas de San Julián”, escrita por el dramaturgo Rubén Mosquera, sobre la investigación de Osvaldo Bayer para el libro “La Patagonia Rebelde”.

Bayer comenzó hablando sobre los acontecimientos en la Patagonia en el año 1921. Las huelgas de obreros y peones rurales, la represión y asesinatos ejecutados por el ejército al mando de Teniente Coronel Varela. Las mujeres del prostíbulo “La Catalana” que se negaron a atender a la tropa al fin de la masacre.
A continuación, las pupilas se preparaban para recibir a sus clientes, mientras comentaban las últimas noticias que se escuchaban en el pueblo. Esperaban que llegaran autoridades de Buenos Aires para resolver la conflictiva situación con los peones, clientes de la casa.
El escritor interactuaba con los personajes: el periodista joven buscando la verdad sobre lo acontecido, mientras el viejo escritor lo aconsejaba. Él mismo los observaba sentado en un sillón “háganme quedar bien” les recomendó.
Una mujer vestida de negro y tacos aguja, muy seductora lo invitaba a seguirla, pero él la rechazaba. Era la muerte que rondaba en su vida, ante las amenazas que recibió por esta investigación.
A un costado del escenario, la policía interrogaba a las mujeres vestidas con enaguas y pies descalzos. Las zamarreaban, pateaban y tironeaban del pelo. ¿Cómo se atreven a negarse a atender a los hombres de la Patria? ¿Prefieren a los chilotes?
Se conoció la trágica la noticia sobre los fusilamientos, los hombres nunca regresarán. Ellas no podían creerlo “los chilenitos eran hombres buenos, trabajadores, no le hacían mal a nadie, nos habíamos encariñado con ellos, no merecían morir de esta manera”.
Otra vez Bayer regresó al escenario junto a su madre joven, con dulce voz le dijo que estaba orgullosa de su hijo. Ella fue la primera en contarle esta historia, por haberla vivido en aquél tiempo en la Patagonia.
Apareció la rubia Marlene Dietrich de labios rojo carmín, para invitarlo a bailar mientras sonaba su voz en un antiguo fonógrafo.
La propietaria de “La Catalana” les anunció a la sus pupilas que se prepararan para recibir a los soldados. Dejarán buenas ganancias. Se escuchaban voces lejanas, se acercaban los hombres que habían cumplido con su deber. Las pupilas gritaron su negativa a atenderlos.

¡No nos acostamos con asesinos!”. Intentaron ingresar por la fuerza, pero ellas buscaron escobas y palos para ahuyentarlos.

¡Fuera asesinos!

Finalizó la obra como fue escrita originalmente y no pudo ser presentada en la película, a causa de las presiones que recibieron del Ejército.
Es escritor recordó a las nobles mujeres, por haber sido las únicas en manifestarse en contra del ejército. Pagaron esta rebelión con la cárcel y expulsión del pueblo, solo regresó la inglesa para ser la “madama” del prostíbulo hasta su fallecimiento. Hoy descansa en el cementerio de San Julián, en una tumba que siempre tiene flores.

-Más de esta información sobre las cinco mujeres, no hay – Aclaró.

El elenco saludó al público, ante un largo aplauso de pie.
Me acerqué para darle un beso en la mejilla a Osvaldo, sobre los labios rojos que dejó estampado Marlene. ¡Gracias por traer esta historia patagónica a un teatro de Buenos Aires!

María Teresa Dittler-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *