No he sabido de ti cobarde insensata
yacía tu rostro plácidamente dormido
moraleja del tiempo que por su lado mata
ánima que mi madre siempre elevó al olvido.
Escozor que lacera hasta mi zona más ingrata
bajeza tan honda nunca yo había sentido
aunque mi camino ronde entre la cordura y la hojalata
ha conspirado desafiante y no por nada ,he partido.
La luz se ha apagado en aquel instante
mi corazón aún late mal herido
no permitiré que tu mano manipulante
levante de mi los pedazos caídos.
Bárbara Himmel-