A veces la tiranía es sólo ir de prisa
desconcertar a un niño
inadvertir una flor
y tanto
pasar de largo hasta de tu propio aliento
a veces para ser tirano sólo basta decir “amo”
con sus palabras ya demasiado juntas
decir “amo”
la verdad que se aproxima
el último eslabón
el fruto de un árbol
o el final de un sueño
pero las cosas dignas
las cosas sencillamente dignas
se esfuerzan no más que con mucho trabajo
son muy despacio
-son muy amor –
dicen ellas muy despacio
poco a poco sabiendo lo que es la esperanza
y por amor escuchan
muy despacio
y por resistir lloran
muy despacio
muy despacio
dando tiempo incluso a que se sitúe
cada lágrima…
en el lugar digno que le corresponde
Oswaldo Roses-