La mujer equivocada
mira su reloj
antes de dar otro paso
piensa en cosas que antes no
estaban,
pero que ahora forman
parte de su paisaje
-Como es equivocada-
sus explicaciones no son pertinentes,
insiste
en sus criterios de validez para la lógica matemática
y llora de amor en la micro
con las canciones en su pendrive
bajadas de Internet
a las tres de la mañana.
Del poemario Los Silencios Bien Guardados
Jaime Villanueva Donoso-