Ser valiente es pisar
las calles con la fuerza de las inercias,
hablar desde los centros
con las palabras redondas,
atreverse a decir sí
por encima de las mareas,
en rumbo incierto pero en la boga
con el seguro conocimiento de los naufragios.
No importa más que el latido,
el impulso, el arranque,
todo lo que desaparezca el gris
de la tierra. La lucha es esa.
Nada puede desorientar la veleta
que acierta con los vientos,
nadie puede confundir la flecha
que busca al hombre mismo.
El gris estrechará los contornos
proclamará la pasión sus colores,
los rojos violentos y los taciturnos violetas.
Será el triunfo
del reencuentro contigo y con el otro,
la unión de verdad sellada,
la limpia certeza de la duda.
Porque ser valiente es ser
definitivamente.
José Aurelio Martín