Si la voz del yo poeta
hoy dejara de sonar,
enterradla en la meseta
para a la tierra cantar.
Si mi voz a tu ventana
hoy no se vuelve a asomar,
arrojadla en la mañana
junto a las olas del mar.
Si mi voz se torna llanto
y mi llanto suena a pena,
que tu cuerpo sea mi manto
que a mi voz,tal vez no duela.
Que si el llanto es agonía
y mi agonía te apena,
si me besas vida mía,
ya mi voz… ¡ se irá serena !
Juan Carlos Dávalos Gabriel-